Cuando conoc铆 a Ana, su preocupaci贸n principal era el cansancio emocional que la invad铆a. Ana era una mujer de 35 a帽os, trabajadora y madre de dos hijos, que viv铆a para cumplir las expectativas de los dem谩s. Me confes贸 que siempre hab铆a tenido problemas para decir "no", y esa dificultad la hab铆a llevado a sentirse atrapada en compromisos que no deseaba, desde participar en proyectos agotadores en el trabajo hasta estar siempre disponible para los problemas ajenos. Ana sent铆a que, aunque intentaba ayudar a todos, ella misma se desmoronaba poco a poco. Recuerdo la primera vez que Ana se atrevi贸 a poner un l铆mite. Me contaba c贸mo hab铆a sentido un nudo en la garganta cuando, durante una reuni贸n en su trabajo, su jefe le asign贸 otra tarea extra sin preguntar si ten铆a tiempo suficiente. Ana sol铆a asentir autom谩ticamente, pero ese d铆a se escuch贸 a s铆 misma decir: "Lamento no poder asumir m谩s responsabilidades en este momento. Estoy al m谩ximo de mi capacidad". No fue f谩cil ...